¿El Mar Muerto está desapareciendo?

El Mar Muerto, el lago salado ubicado en el punto más bajo de la Tierra, se está encogiendo bajo el inclemente sol de Medio Oriente.
Para aquellos que viven en sus costas, es una crisis en cámara lenta, y encontrar agua adicional para alimentar el mar representa un gran reto.

El problema radica en que este lago es un ecosistema único y un barómetro sensible del ambiente en un lugar del mundo donde un clima árido y la necesidad de irrigar las granjas hacen que siempre haya escasez de agua.
La cuestión está en los costos y beneficios que pueda tener cualquier intento de "salvar" el Mar Muerto.
"Tienes que preguntar qué es lo que estamos tratando de preservar aquí", señala el doctor Ittai Gavrieli, otro científico del departamento de Geología de Israel.
"¿Estamos tratando de subir el nivel del agua? ¿Lo que queremos es preservar la química única del Mar Muerto? ¿Con qué propósito, para el turismo? Si por ejemplo queremos restaurar el flujo del río Jordán, entonces Israel tendría que desalinizar más agua y ello costará dinero y tendrá un impacto medioambiental".
Si alguna vez se llega a restaurar el Jordán, sería imposible esperar que las comunidades de granjeros palestinos y jordanos, desesperados por agua, sencillamente se queden con los brazos cruzados y dejen que el agua fluya por el bien de la ciencia".
Pero también se trata de hacer algo.
Salem Abdel Rahman, activista jordana del grupo medioambiental Ecopeace Middel East lo pone así: "No estamos hablando de salvar el Mar Muerto porque es o no es algo bueno. Creemos que el Mar Muerto es un síntoma de la enfermedad que hay en el manejo de recursos del agua".
"Salvar el Mar Muerto será un buen indicativo de que nos estamos alejando de esa enfermedad y acercando a un ambiente más saludable".

No hay comentarios:

Publicar un comentario